La construcción de una organización territorial equilibrada, gobernable y funcional

Fabricio Vázquez

Artículo integrante de:El Reto del Futuro. Asumiendo el legado del bicentenario. Diego Abente Brun, Dionisio Borda. Editores

Introducción

El presente capítulo presenta un análisis de los desajustes territoriales del país, como producto de procesos económicos y sociales que producen regiones desarticuladas, profundizando las desigualdades estructurales de la sociedad y de la geografía
paraguaya. Estos fenómenos han sido muy poco estudiados debido a la inexistencia de opciones académicas en la universidades del país, por lo que la geografía humana, o cómo los seres humanos administran sus territorios y recursos, ha estado casi ausente e invisible en la reflexión sobre la problemática nacional, sobre todo para discutir la teoría y la práctica de la división regional del espacio nacional. De igual forma, el aporte de la geografía, principalmente de geógrafos extranjeros, no ha servido
para alimentar a las políticas públicas en la búsqueda no solo de la descentralización sino del desarrollo territorial de todas las regiones y subregiones del país.

La reflexión sobre la organización del espacio geográfico no ha sido muy extendida ni diversificada debido a que el territorio ha sido concebido solo como la base física o natural sobre la cual se desarrollan los fenómenos de la vida socioeconómica del país. De igual forma, la impronta de la división administrativa en regiones, departamentos y distritos se ha instalado con tal fuerza que ha imposibilitado adaptar, corregir y modificar las formas de identificar y comprender a las distintas porciones del espacio.

El antiguo esquema administrativo diseñado en 1906, modificado levemente en 1945, 1973 y 1992, basado en departamentos y distritos, sigue prevaleciendo sobre una perspectiva más moderna, sistémica y, sobre todo, funcional del territorio. Las transformaciones sociales, demográficas, económicas, ambientales y político-jurídicas modifican los diferentes escenarios, las políticas públicas, las estrategias productivas y, por ende, a las diferentes regiones.

El antiguo esquema administrativo diseñado en 1906, modificado levemente en 1945, 1973 y 1992, basado en departamentos y distritos, sigue prevaleciendo sobre una perspectiva más moderna, sistémica y, sobre todo, funcional del territorio. Las transformaciones sociales, demográficas, económicas, ambientales y político-jurídicas modifican los diferentes escenarios, las políticas públicas, las estrategias productivas y, por ende, a las diferentes regiones.