Fabricio Vázquez
Introducción
El presente capítulo presenta un análisis de los desajustes territoriales del país, como producto de procesos económicos y sociales que producen regiones desarticuladas, profundizando las desigualdades estructurales de la sociedad y de la geografía
paraguaya. Estos fenómenos han sido muy poco estudiados debido a la inexistencia de opciones académicas en la universidades del país, por lo que la geografía humana, o cómo los seres humanos administran sus territorios y recursos, ha estado casi ausente e invisible en la reflexión sobre la problemática nacional, sobre todo para discutir la teoría y la práctica de la división regional del espacio nacional. De igual forma, el aporte de la geografía, principalmente de geógrafos extranjeros, no ha servido
para alimentar a las políticas públicas en la búsqueda no solo de la descentralización sino del desarrollo territorial de todas las regiones y subregiones del país.
La reflexión sobre la organización del espacio geográfico no ha sido muy extendida ni diversificada debido a que el territorio ha sido concebido solo como la base física o natural sobre la cual se desarrollan los fenómenos de la vida socioeconómica del país. De igual forma, la impronta de la división administrativa en regiones, departamentos y distritos se ha instalado con tal fuerza que ha imposibilitado adaptar, corregir y modificar las formas de identificar y comprender a las distintas porciones del espacio.
El antiguo esquema administrativo diseñado en 1906, modificado levemente en 1945, 1973 y 1992, basado en departamentos y distritos, sigue prevaleciendo sobre una perspectiva más moderna, sistémica y, sobre todo, funcional del territorio. Las transformaciones sociales, demográficas, económicas, ambientales y político-jurídicas modifican los diferentes escenarios, las políticas públicas, las estrategias productivas y, por ende, a las diferentes regiones.
El antiguo esquema administrativo diseñado en 1906, modificado levemente en 1945, 1973 y 1992, basado en departamentos y distritos, sigue prevaleciendo sobre una perspectiva más moderna, sistémica y, sobre todo, funcional del territorio. Las transformaciones sociales, demográficas, económicas, ambientales y político-jurídicas modifican los diferentes escenarios, las políticas públicas, las estrategias productivas y, por ende, a las diferentes regiones.