Resistencia, adaptación e integración en el Chaco Boreal y Central

Autor: Fabricio Vázquez.

Entre los actores secundarios, los indígenas aparecen como un grupo importante, aproximadamente el 30% de la población total, dentro de la emergencia socioeconómica regional. Si bien el Chaco es un espacio con características físicas y climáticas muy particulares, los indígenas lograron sobrevivir y expandirse mediante el uso apropiado de los recursos naturales y de las tecnologías a las cuales tenían acceso. Posteriormente, con la llegada de otros actores, fundamentalmente las misiones religiosas, los exploradores científicos modificaron las formas tradicionales de vida así como la estructura social del territorio. Este proceso de nueva estructuración de las sociedades autóctonas comenzó con la explotación de quebracho, continuando lentamente con otras actividades económicas extensivas, pero sin afectar demasiado a la totalidad de grupos indígenas.

La gran innovación, en términos de actores secundarios, que se constata con el avance y la expansión de la frontera ganadera, no se reduce a las profundas modificaciones de vida y trabajo de los grupos indígenas, sino que consiste en una redefinición de las relaciones y del poder entre los actores, algunos hegemónicos antiguos, mientras que se asiste, además, a la llegada de diferentes grupos de actores, como las organizaciones no gubernamentales. El «redescubrimiento» del Chaco, sus atractivos estratégicos, sus recursos naturales, sus elementos culturales, son fuertes indicadores de la compleja naturaleza del sistema territorial que se manifiesta por el avance, lento pero sostenido, de la fragmentación del macroterritorio. En efecto, el Chaco ya no está aislado ni desprovisto de interés, sino que comienza a atraer a nuevos actores con estrategias diferentes, y sobre todo en las zonas más alejadas de los escasos centros dinámicos. Los indígenas permanecieron sin problemas hasta la llegada de los inversionistas del quebracho y de los mennonitas en el año 1927 poco antes de la guerra del Chaco. El lento avance de la ganadería en la porción Sur del Chaco fue haciendo retroceder a los indígenas de esta zona, mientras que los integraba como empleados en las explotaciones, en condiciones de semiesclavitud. Los grupos que se encontraban fuera de estas zonas pudieron disponer aun de mayor cantidad de territorio para continuar con sus sistemas tradicionales de vida.